lunes, 4 de julio de 2011

JOVENES CINEASTAS ¡A FILMAR!

MANIFIESTO DEL GRUPO CINE ROJO
Nos han dicho muchas veces; esto no Se hace con lápiz y papel, el cine es una industria. Empiezan entonces con que la técnica, con que el equipo, con que la especialización. . .
 ¿Filmar? ¡Ni pensarlo! Primero hay que Ser asistente del ayudante del asistente, estudiar mucha teoría, o no, ver la pantalla desde lejos, en el cine. Con el tiempo, con los años, podrás ser ayudante de otro, y quién te dice, hasta director. 
¿Y cuándo puede uno filmar lo que quiera? ¡El cine es una industria! ¿Y el mercado? El mercado, ese gran fantasma. Para que se venda en el mercado el cine debe ser espectáculo. Eso es caro. Y para pagarlo hace falta que se venda en el mercado. Esta es la noria que el capitalismo tiene preparada para los jóvenes directores de Cine.
La zanahoria es el cine "de autor", convenientemente lejos de las narices. ¿Y qué produce la noria? Ganancias, y no para los cineastas, precisamente. Pero Sigue el progreso, y con él el monopolio. El capitalismo razona: Si puedo exhibir una misma película el doble de veces, ¿para
qué hacer dos? Si puedo producir diez películas con un director, ¿para qué contratar nueve de más? Aparece el desempleo, y los empleados del aparato industrial "descu­bren" que la técnica cinematográfica es muy difícil.
Jóvenes cineastas, al diablo con el mercado, al diablo con la técnica y con la larga carrera. Jóvenes cineastas, a filmar. ¿CortoS? Pues bien, cortos. En 15 minutos se puede hacer una obra maestra. Hasta en 5 minutos. Los tiempos estándar son una necesidad del espectáculo, del comercio. No tenemos por que respetarla. ¿En 16 mm.? ¿Y por qué no? ¿Están acaso agotadas sus posibilidades? El futuro cine en cassetes quizá sea de 8, inclusive.
¿Quién verá nuestra obra? Quien le interese. El cine no es para nosotros un negocio sino un medio de expresión. ¿Cómo lo financiaremos? Hecho asi, el cine es barato. Un grupo de amigos puede juntar el dinero necesario y compartir una cámara.


BAJO LA CENSURA Y EL TERROR
No, no les proponemos que hagan cine en un tubo de cristal. No podrían tampoco. Para eso tiene sus leyes el gobierno. Vivimos en la Argentina del "Orden" occidental y cristiano, en la América Latina que los yanquis consideran su patio de atrás. Vivimos en una dictadura, bajo la
censura y el terror, no podemos olvidarlo.
La ley de censura es sólo una parte del mecanismo: está la ley anticomunista y la deportación, el estado de sitio y la simple represión arbitraria. El arte no es libre en una sociedad esclavizada.
Hay quienes se encogen de hombros y dicen: la creación nunca es libre en la. sociedad actual. Es cierto. El capital controla todos los medios de comunicación de masas; la voz del hombre libre, del que descubre, del que acusa, del que anuncia, del que llama, se alzó siempre solitaria,
proscrita por el cine, por las radios, por las editoriales; Pero es que aún esa voz solitaria quieren acallar! Temen que la verdad Se propague a las masas. No les alcanza con prohibir la pobre hojita mimeográfica de la propaganda revolucionaria, aunque para enfrentarla cuenten
con todo el poderoso aparato de la comunicación moderna. La lógica del totalismo los lleva a prohibir todo. También a través del arte el hombre puede llegar a vislumbrar su propia situación. Joven cineasta, no podemos hacer cine hoy, en la Argentina, sin luchar hasta las últimas consecuencias por la libertad de expresión para todo el pueblo, sin unirnos a la lucha popular contra la dictadura y el imperialismo.
Habrá quien diga: ¡Pero yo no quiero hacer cine política! No se trata de eso. También la libertad de expresión tiene su lógica. No habrá arte libre mientras Se lo condicione, aunque sea parcialmente. No habrá creación libre mientras se encarcele, reprima y asesine a quienes expre
sen las ansias de libertad del pueblo. ¡No queremos la "libertad" de las élites de privilegiados! ¡Renegamos de las jaulas doradas, que prostituyen y degradan!


DESCONOZCAMOS LA CENSURA
jóvenes cineastas, a filmar sin ningún condicionamiento a filmar lo que uno quiera o sienta, sea o no político, se encuadre o no en la moral de militares gorilas, en la tradición de entrega colonial, en las corrompidas "esencias nacionales" que destiló esta burguesía de vacas, industria protegida y socio yanqui.
Desconozcamos la censura, desconozcamos las condiciones de las agencias imperialistas.
Debemos garantizar todos que la obra de cada uno sea exhibida, legal o clandestinamente, en el país y fuera de él. En esto no debe haber cuestión de diferencias temáticas o diferencias ideológicas. El enemigo es el mismo.


NO NOS ILUSIONEMOS
El cine es un poderoso medio de propaganda. Por supuesto que debemos utilizarlo como un arma más de esclarecimiento revolucionario. Pero no nos ilusionemos, no vamos a terminar con la dictadura con obras de arte, sino con el levantamiento insurreccional de las masas. Es en la promoción y organización de este movimiento que debemos participar activamente; es de cobardes sentarse a esperar que otros enfrenten la muerte o la cárcel para conseguirmos la
libertad de expresión: la ganaremos luchando.
No estamos de acuerdo, sin embargo, con los compañeros que proponen “la.obra defarte como proyectil". ¿Arte de propaganda? Sí, cómo no, cuando haga falta. Pero conscientes de que todos los caminos deben ser explotados por el arte, y que limitarnos es amputarnos.


LA CREAC1ÓN NO ES COARTADA
Mucho rnenos coincidimos con quienes dicen que el artista debe luchar "en el frente de la cultura".
¡Basta de élites! ¿Es que el artista no tiene brazos para pelear con la policía, como los estudiantes, o pecho para oponer a las balas, como los obreros? Si es que hay tal "terreno de la cuItura" es la charca de todas las medias tintas. La libertad humanase refugia hoy en las barricadas y en la lucha clandestina. Ahí estaremos, porque ahí florecerá la verdadera poesía del hombre. La creación no es coartada.


JÓVENES CINEASTAS, A FILMAR
Recién empezamos, no es el momento de autodefinirnos. Nuestra obra y nuestra acción lo van haciendo por nosotros. Pero podemos decir que no nos condicionaremos a nada, que somos partidarios de la libertad de expresión más completa. Nos negamos también a aceptar el rol que tradicionalmente se asignó a los artistas. El arte-adorno, el arte reflejo de la sociedad, el arte-expresión de lo que hacen otros, ese arte sí ha muerto, no nos interesa.
Estamos por un nuevo arte, libre y subversivo, funcionado ala vida, a la acción, a la lucha de clases. El arte vivirá si los creadores entendemos que es hora de dejar de contemplar la vida y bajamos a transformarla.
No queremos Ser proveedores de arte a los revolucionarios, Queremos Ser revolucionarios y expresar nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestras contradicciones, nuestro amor y nuestro odio, a través del arte. Jóvenes cineastas, a filmar. Pero no desde afuera. Detrás de la cámara hay un hombre y todos deben saberlo, incluso nosotros.


Grupo Cine Rojo, 27 de julio de 1969, adherido al Movimiento de Artístas Revolucionarios Socialistas (MARS).
* Cine Cubano, 60/62, La Habana, Cuba.





Extraído del Libro: HACIA UN TERCER CINE de Alberto Hijar (Cuadernos de Cine / 20) Dirección General de difusión cultural UNAM / 1972 Págs 93-37.